Diagnóstico y tratamiento de quistes prostáticos en perros

Diagnóstico y tratamiento de quistes prostáticos en perros

Un quiste prostático es una cavidad llena de líquido, no séptica, que se encuentra en el interior de la próstata o unida a ella. Se incluyen los quistes parenquimatosos o los quistes paraprostáticos, que están unidos a la próstata.

Los quistes prostáticos son frecuentes en perros machos no castrados, mayores y de razas grandes.

Los quistes parenquimatosos se encuentran de forma típica por la toda la glándula. Los quistes paraprostáticos son adyacentes a la próstata y están unidos a ella, pero rara vez comunican con el parénquima. Los quistes prostáticos pueden infectarse y abcesarse.

Los perros suelen ser asintomáticos hasta que el quiste adquiere un tamaño suficiente como para causar obstrucción rectal, vesical o uretral. Los signos clínicos son el resultado de la compresión de las estructuras adyacentes o de la infección. Puede observarse abultamiento perineal o distensión abdominal con quistes grandes. El hallazgo físico más frecuente es la palpación de una masa abdominal.

Los animales suelen presentarse debido a la aparición aguda de depresión o letargia, tendencia a esforzarse al orinar o defecar, hematuria, vómitos, molestias o dolor, y poliuria o polidipsia. En el caso de abscesos los perros pueden presentar infecciones urinarias recurrentes o que no responder a tratamiento

La ecografía ayuda a detectar y definir los cambios cavitarios.

La elección del procedimiento de drenaje depende del tamaño y localización del absceso y/o quiste. El tratamiento para los quistes parenquimatosos pequeños es la castración. Los perros con quistes grandes deben ser castrados y deben drenarse, reseccionarse o vaciarse los quistes.

Una de las opciones en quistes que no se pueden reseccionar por completo es la omentalización. Las propiedades fisiológicas de drenaje del omento están descritas y han sido ampliamente utilizadas con buenos resultados en el manejo de quistes y abscesos prostáticos.

Se expone la próstata a través de una laparotomía media ventral desde el ombligo hasta el pubis. Se localiza e incide el quiste, retirando el material purulento mediante succión. Se introduce el omento por la incisón realizada atravesando el quiste o absceso y se ancla a sí mismo con sutura reaborsobible.