Autor: María Coego
Os presentamos a Conguito, un mestizo macho de año y medio que acude a consulta de cardiología remitido por su veterinario debido a la auscultación de un soplo y presencia de ascitis (líquido libre de abdomen).
Durante la anamnesis los propietarios destacan que se trata de un perro poco activo y que se cansa muy pronto al hacer ejercicio. En el examen físico se detecta un soplo sistólico grado V/VI con punto de máxima intensidad en el área de proyección de la válvula tricúspide y gran distensión de abdomen con presencia de onda ascítica.
Tras la exploración clínica realizamos una ecocardiografía cuyos hallazgos más relevantes son una gran dilatación de ventrículo y atrio derecho con velos tricúspides engrosados e implantación anormal de la válvula. Se diagnostica displasia de la válvula tricúspide con fallo congestivo.
Se pauta como tratamiento pimobendan, benaceprilo, espirinolactona y furosemida. Revisión en una semana para valorar respuesta al tratamiento
En la revisión Conguito se encuentra mucho mejor, se ha vuelto un perro más juguetón y activo, sin intolerancia al ejercicio. La ecocardiografía no muestra cambios con respecto al examen anterior , observándose gran disminución de la ascitis.
La displasia de la válvula tricúspide es una malformación congénita que afecta a la válvula atrioventricular derecha, cuerdas tendinosas o músculos papilares produciendo una serie de consecuencias hemodinámicas que incluyen insuficiencia o estenosis valvular. Lo más común es la insuficiencia causando regurgitación de sangre al atrio derecho y desencadenando agrandamiento del atrio y del ventrículo secundario a la sobrecarga de volumen con hipertensión venosa sistémica posterior e insuficiencia cardíaca congestiva del lado derecho.
Esta patología es más frecuente en machos de razas grandes y hereditaria en el Labrador.
Inicialmente, el animal puede ser asintomático o tener leve intolerancia al ejercicio, pero la fatiga, ascitis, disnea (debido a efusión pleural), anorexia y caquexia cardíaca se presentan con frecuencia. Los hallazgos en el examen físico incluyen soplo cardíaco en el lado derecho y pulso de la vena yugular. Distensión de las yugulares, sonidos cardíacos junto con pulmonares amortiguados, y líquido abdominal están presentes en pacientes con fallo congestivo.
La ecocardiografía es la técnica de elección para el diagnóstico de esta patología.
El fallo cardíaco y las arritmias se manejan farmacológicamente. En algunas ocasiones puede ser necesario realizar toracocentesis/abdominocentesis para aliviar síntomas.
El pronóstico es reservado, especialmente con cardiomegalia marcada; sin embargo, algunos animales sobreviven durante años.
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