Hoy os traemos el caso de Dulce, una perrita mestiza que acudió a nuestro centro por un episodio de debilidad y desmayo muy intenso, que causó bradicardica, hipotérmica y apenas sin respuesta a estímulos. Como antecedentes, estaba diagnosticada de enfermedad de válvula mitral en fase B2 avanzada.
Tras estabilizarla, el Servicio de Cardiología de VETSIA decidió hacerle una ecocardiografía para ver qué ocurría. Con ella, se pudo observar que presentaba derrame pericárdico y además se pudo ver una estructura más ecogénica que fluctuaba entre el miocardio y pericardio, cerca de atrio izquierdo. Se trataba de un coágulo, y por tanto indicaba que Dulce había sufrido una Rotura atrial. En este enlace podemos ver el resultado de la Ecocardiografía de Dulce.
La rotura atrial es una patología que implica una microrrotura del atrio izquierdo del corazón. Ocurre normalmente como complicación a la enfermedad mitral crónica dado que esta cámara (atrio izquierdo) se encuentra muy dilatada y tiene más facilidad para romperse. Cuando esto se produce, se origina un sangrado en el pericardio, y por tanto produce episodios de debilidad muy agudos y graves. Normalmente, se forma un coágulo que frena el sangrado, y en estos casos está contraindicado el drenaje pericárdico a no ser que ocasione un taponamiento cardiaco, puesto que la presión de la sangre dentro del saco pericárdico favorece que el sangrado cese.
Dulce tuvo que ser hospitalizada para mantenerla bajo monitorización, y sobre todo para mantenerla en reposo absoluto ya que el riesgo de recidiva las primeras horas es muy alto. Tras 48 horas se le dio el alta hospitalaria con medicación, y aquí os la mostramos en la revisión una semana después de la rotura. Aún necesita reposo, ¡pero está muy animada y se encuentra mejor!
